Su Majestad, en primer lugar, le pedimos disculpas. Como bien sabemos, la altura entre cada escalón de una escalera y, su pedana, suelen medir 18cm, pero, desde la asunción del Canciller, todas las medidas de las escaleras podrían haberse reducido a menos centímetros y, a ello tal vez se deba, que la escalera de descenso del avión del “Reino de España”, no llegase a la altura necesaria, dando lugar a que Don Felipe y Dña. Letizia demorasen sensiblemente su bajada a tierra argentina.
La cuestión es que, a nuestro Canciller, especializado en Ceremonial, esta materia, de bajar funcionarios al suelo patrio, parece haberle quedado previa, porque ya le ocurrió con el Presidente Macron y la primera dama francesa Brigitte, que en el G20 fueron recibidos por personal de carga del Aeropuerto.
Tenemos algún problema métrico, no llegamos a tiempo o no llegamos. Mi amigo Alberto, era mucho más precavido. Le gustaba salir a galopar con su alazán por el medio del campo, pero, como tenía hábitos británicos, a las cinco de la tarde se apeaba a tomar un té adonde se encontrase, y luego, para montar, llevaba un banquito atado de una soga. Tal vez este método, podría adoptarlo la Cancillería para evitar más desplantes.
Hecho este introito, le diría a nuestro Canciller que no se quede corto y aproveche la estada del Rey para hacerle algún comentario y algunas preguntas:
En primer lugar, no es necesario pedirle al Rey que nos perdone por declararnos independientes.
Luego, sería interesante que nos aclarase el Rey, por qué motivo España en 2009 en el Tratado de Lisboa al votar la aprobación de la Constitución de la Unión Europea (UE) dio su voto positivo a la incorporación de Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y la Antártida (esta última sujeta al Tratado Antártico) como territorios de Ultramar de Gran Bretaña (de facto) a la UE y qué posición va a tomar España con relación al Brexit respecto a estos territorios y Gibraltar, ya que al entrar el Reino Unido (RU) a la entonces CEE se estableció que Gibraltar ingresaba “como territorio europeo de cuyas relaciones exteriores el Gobierno del RU era responsable”, es decir como una relación autónoma del RU. Es notable la posición que ha asumido España hasta ahora, contrastando con la que asumió Irlanda que originalmente llevó a rechazar el Tratado en junio de 2008 y, no España.
Por otro lado, nos gustaría conocer que actitud tomará el Reino de España respecto a los buques españoles que capturan nuestros recursos pesqueros con licencias ilegales otorgadas por el Reino Unido en Malvinas o los que realizan capturas ilegales de nuestros recursos migratorios en la Zona Económica Exclusiva Argentina o adyacente, ya que el total de capturas en esas áreas se estima del orden de los dos mil millones de dólares anuales y, gran parte de esas materias primas de origen argentino terminan en las mesas de los españoles, compitiendo con los productos industrializados en Argentina, incluso, los de aquellas empresas españolas que están radicadas en nuestro país. Por ejemplo, los productos que se consumieron en la Cena de Gala en el CCK.
Al respecto el Reinado de España, no debiera desconocer, que la Unión Europea desde el 29 de septiembre de 2008 dictó el Reglamento (CE) Nº 1005/2008 del Consejo, que establece la Pesca INDNR (Ilegal, no declarada, no registrada), por el que se establece «un sistema comunitario para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, basado en que Europa “es Parte contratante de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 10 de diciembre de 1982, ha ratificado el Acuerdo de las Naciones Unidas sobre la aplicación de las disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, de 10 de diciembre de 1982, relativas a la conservación y la ordenación de las poblaciones de peces transzonales y las poblaciones de peces altamente migratorios de 4 de agosto de 1995 (Acuerdo de las Naciones Unidas sobre las poblaciones de peces) y ha suscrito el Acuerdo de 1993 para promover el cumplimiento de las medidas internacionales de conservación y ordenación por los buques pesqueros que pescan en alta mar de 24 de noviembre de 1993 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (Acuerdo de cumplimiento de la FAO). El principio esencial establecido en esas disposiciones es que todos los Estados tienen el deber de adoptar medidas adecuadas para asegurar la gestión sostenible de los recursos marinos y de cooperar unos con otros para ese fin» y que, «La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) es una de las mayores amenazas para la explotación sostenible de los recursos acuáticos vivos y socava los cimientos mismos de la política pesquera común y los esfuerzos internacionales por lograr un mejor gobierno de los mares. Además, es una gran amenaza para la biodiversidad marina, a la que debe hacerse frente conforme a los objetivos fijados en la comunicación de la Comisión titulada “Detener la pérdida de biodiversidad para 2010”, y más adelante».
Señor Canciller Jorge Faurie sería interesante entonces, que le preguntara respetuosamente a Su Majestad: ¿qué hace la flota pesquera española pescando ilegalmente en la ZEE Argentina y adyacente los recursos migratorios y asociados de la Argentina, con o sin licencias ilegales británicas?
Dr. César Augusto Lerena
Experto en Atlántico Sur y Pesca.
Ex Secretario de Estado.
Autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”).
26 de marzo de 2019