La actual flota petrolera mundial es la más vieja de los últimos veinte años como resultado de las sanciones del G-7 impuestas el pasado 5 de diciembre a las exportaciones rusas de petróleo.
Buques cisterna de más de 20 años de antigüedad que solían ser desguazados y vendidos como chatarra ahora cargan petróleo crudo y sus derivados en puertos rusos con destino a China e India sin ser inspeccionados ni mantenidos adecuadamente.
Al menos 40 tanqueros de esta flota “en las sombras” ni siquiera cuentan con seguro de miembros del grupo internacional de Protection & Indemnity o certificados de seguridad de rutina.
Debido a los efectos de las fuertes olas, la corrosión provocada por el agua salada y la presión ejercida por los hidrocarburos sobre la integridad del casco y los sistemas de propulsión, los tanqueros son inspeccionados cada cinco años a un costo de entre 3 y 4 millones de dólares por inspección a lo que hay que añadir una intermedia a los dos años y medio, además las autoridades portuarias son más exigentes con las embarcaciones más viejas, volviendo muy oneroso mantener este tipo de buques cuando tienen más de 15 años de antigüedad.
Sin embargo, el año pasado más de 100 petroleros obsoletos fueron adquiridos por armadores basados en paraísos fiscales, a la vez que disminuyó bruscamente la cantidad de buques desguazados.
Hasta el conflicto en Ucrania, el principal comprador de crudo de Rusia era la Unión Europea, pero a partir de las sanciones que pusieron un tope de 60 dólares al barril de petróleo ruso, el flujo de exportaciones se canalizó a mercados asiáticos fuera del alcance de las sanciones del G-7 con el consiguiente aumento en las millas recorridas y la tarifa del flete.
Estas embarcaciones están realizando el trasbordo de millones de barriles de petróleo en alta mar sin contar con certificaciones o seguros adecuados, pero al ser aguas internacionales resulta imposible controlarlos.
Asimismo, estos buques que navegan desde el mar Báltico hasta Asia, ondean pabellones de países vetados por el Memorando de Entendimiento de París (Paris MoU), tal como Camerún que además está designado como país de alto riesgo.
Esta situación hace más probable que se repita una catástrofe ambiental como la ocurrida en noviembre de 2022 cuando el petrolero Prestige, con una antigüedad de 26 años, se partió a la mitad frente a la costa española, derramando millones de litros de fueloil, lo que devastó la fauna marina de España y Portugal.
De acuerdo con la consultora marítima y de embarques globales Clarkson, la antigüedad promedio de los tanqueros a nivel mundial es de 12 años, de ellos un tercio tiene más de 15 años, y se espera que se incremente en el corto plazo. Finalmente, en caso de vertido o colisión, la falta de experiencia y profesionalismo de armadores y tripulaciones de esta flota “en las sombras” sumado a la insuficiencia de recursos por seguros inexistentes dificultarían la organización de una operación de rescate convirtiendo un accidente en una catástrofe ambiental.
Fabian Lugarini
Analista Económico.
Ex-asesor en Transporte, Energía y Minería del Senado de la Nación y la H Cámara Diputados Nación.
Ex-asesor en Transporte y Ambiente en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Asesor del Astillero Río Santiago.